A mayor elevación de conciencia, corresponde un más exacto encadenamiento entre las ideas, una mayor claridad en las percepciones y una mayor energía en los sentimientos. Todo gana en profundidad, en ternura, en tristeza, en alegría, en dolor. Los espíritus superficiales y vulgares vegetan en un semiletargo, sin ser siquiera capaces de experimentar verdadero gozo. Algunos nos hallarán en su conciencia más que una concepción mezquina del mundo exterior, con el sentimiento único de su propio ser y de los motivos que determinan su conservación y recreo; mientras que para otros la conciencia es como una cámara oscura, en la cual se retrata el macrocosmo.
"Siente que en su cerebro
germina un pequeño mundo
que se agita y bulle
y que quisiera dar a la luz"
-Schopenhauer-
El blog de marpin y la rana
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