Tres meses lloviendo, y no escampa. Se anegan de nuevo los antiguos cauces que el hombre usurpó a las venas de la tierra. Los ríos son rencorosos y no olvidan. Como organismos vivos, tarde o temprano vienen a reclamar sus derechos arrebatados, y no negocian: exigen y restablecen. Y no le importan las lágrimas, pues saben que son agua igual que ellos.
He descubierto que la llovizna, vista desde las ventanas de un hospital, es más triste porque ni moja ni se oye, solamente deja rastros de su presencia en los tejados y en el suelo, todo fuera del alcance de los sitiados por la enfermedad y de sus acompañantes.
Un enfermero intenta solucionar algo que falla en la sonda de mi padre. Media hora y no atina. Tiene buena voluntad y poca experiencia. Mi padre, aguanta con estoicismo, el sanitario muestra finalmente a modo de trofeo el coágulo traidor, y sentencia con sabiduría:
"El hombre pretende entender el cosmos, sin conocer su propio universo"
El enfermero no sabe qué añadir, y yo me salgo al pasillo. De pronto, yo comienzo también a llover .
He descubierto que la llovizna, vista desde las ventanas de un hospital, es más triste porque ni moja ni se oye, solamente deja rastros de su presencia en los tejados y en el suelo, todo fuera del alcance de los sitiados por la enfermedad y de sus acompañantes.
Un enfermero intenta solucionar algo que falla en la sonda de mi padre. Media hora y no atina. Tiene buena voluntad y poca experiencia. Mi padre, aguanta con estoicismo, el sanitario muestra finalmente a modo de trofeo el coágulo traidor, y sentencia con sabiduría:
"El hombre pretende entender el cosmos, sin conocer su propio universo"
El enfermero no sabe qué añadir, y yo me salgo al pasillo. De pronto, yo comienzo también a llover .
La Rana.-
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