Hoy habrías cumplido 87 años en este mundo. Y nos habríamos reunido a comer. Esta vez, como sabes, menos personas. Habríamos cocinado para ti tus platos favoritos. El famoso lomo de mamá, mi ensaladilla rusa, que tú decías que era la mejor del mundo y una tarta con muchas velas. Seguro que nos habrías contado las anecdotas de tu vida, ya sabidas pero siempre nuevas, y hubieramos acabado con dolor de mandíbula de tanto reir. Cuando de pequeño soltaste a las gallinas en la fábrica de mantecados caseros que tenía tu vecino y no se salvó ninguno de los picotazos. Cuando asustabas a tus hermanas disfrazado de fantasma con una sábana vieja de la abuela, o cuando mamá y tu, recien casados, viajabais por esos mundos de Dios en moto y os ocurrió de todo. Aquí, ya ves como han cambiado las cosas. Algunas a mejor, otros no tanto. Está el panorama muy revuelto y la crisis continúa. Las elecciones en España las ha ganado Rajoy y no sabemos que ocurrirá. Francisco, nos hemos quedado muy diezmados sin ti. Tú eras nuestro abanderado y nuestra sonrisa. El ejército está bajo mínimos, lo bueno es que los que han desertado eran los traidores, los deleales y los que nunca entendieron nada ni aprendieron de ti.
Feliz cumpleaños, donde estés, Francisco. Y ya sabes, te queremos.
Ranita
El blog de Marpín y La Rana
2 comentarios:
Es altamente terapéutico escribir cartas a los que no están. Al menos si se hace así, con buenos sentimientos y ese talante. Bonita carta.
Un beso
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