EL BLOG COMPARTIDO

miércoles, 11 de enero de 2012

Mi alma echa a volar hacia la eternidad y el infinito y planea sobre el océano de la duda...




Me he quedado largo tiempo, en invierno, en esos días sin sol, iluminados por una luz sombría y difusa, escuchando cómo sonaban las campanas de los oficios. De todas partes salían voces que subían hacia el cielo en redes de armonía, y yo condensaba mi pensamiento sobre ese gigantesco instrumento. Era grande, infinito; sentía dentro de mí sonidos, melodías, ecos de otro mundo, cosas inmensas que también morían.
¡Oh campanas!, así que sonaréis en mi muerte y, un minuto después, por un bautismo; sois, por tanto, una burla como todo el resto, y una mentira como la vida, de las que anunciáis todas las fases: el bautismo, la boda, la muerte. ¡Pobre bronce, perdido y oculto en medio de los aires, con lo bien que serviría como lava ardiente en un campo de batalla, o para herrar los caballos!

-Gustave Flaubert-

    El blog de marpin y la rana.

1 comentario:

Pilar Abalorios dijo...

Melancólica entrada...pero hermosa, sin duda.

Un beso