La verdad. Cierto es que ahora mismo no tengo ninguna pregunta reverente u irreverente que formularme, no hay respuesta alguna ofreciéndose para acompañar mi té. Esto hace que me sienta cerca y lejos de lo mejor y de lo peor de la humanidad. Y me siento menos indolente, más satisfecho de vivir el día con sus dicharacheras mañanas, sus rigidos atardeceres y obscuras noches. "Pensar es sencillo" -me digo con el pensamiento-mientras contemplo el grisáceo y posiblemente en breve ennegrecido cielo, con sus nubarrados y sin motas. Oígo el tambor de los truenos. Afortunadamente la Luna sigue ahí. ¡Ha dejado de llover!.
Marpin_
2 comentarios:
Vuestro blog es diferente a los que conozco. Mi hija y yo lo seguimos con atención. Un saludo de dos escritores "raros como vosotros".
A. P. R e hija.
Leerte es un gran placer.
Tu hermano.
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